Para las generaciones que vivimos los tiempos de pandemia por Covid-19, nuestro planeta cambió y nos dejó una nueva realidad. Han sido tiempos de transformación y aprendizaje para las personas, sociedades, organizaciones y el mundo en general. Invitándonos a ser resilientes, aceptar y enfrentar los nuevos retos impuestos por aquella transición, demostrando nuestro gran potencial para resurgir, innovar y crecer.

Al implementarse condiciones de emergencia y distanciamiento social, las organizaciones tienen un cambio de escenario. Se enfrentan a la modalidad de trabajo en casa, donde se desvanece la delgada línea entre las condiciones intralaborales, extralaborales e individuales, las cuales día a día generan efectos psicosociales de gran importancia en los trabajadores.

Desde una mirada psicosocial, empresarios, líderes y colaboradores, tenemos en nuestras manos desafíos especiales en este tiempo de post pandemia, entre ellos, las nuevas formas de laborar en casa, articular equipos de trabajo remoto e incorporar nuevos hábitos que cuiden nuestra salud física y mental.

En consideración, el trabajo en casa es una oportunidad que impacta positivamente en los colaboradores. Permite el fortalecimiento de la autonomía, el control sobre el trabajo, la confianza, optimización del tiempo y organización de la labor. Incluye evitar desplazamientos diarios desde casa al lugar del trabajo y viceversa, mejora el uso del tiempo fuera del trabajo y aumenta la posibilidad de compartir en familia.

Es importante no dejar de lado el desafío que reviste para todos los seres humanos, los cambios rápidos que no hacen parte de una elección, sino de una condición de supervivencia. Cada persona puede interpretar o percibir esta nueva realidad como una oportunidad de aprendizaje, crecimiento, gratitud o una pérdida.

Este tiempo de pandemia, juega un papel importante en la evolución de la humanidad. Las condiciones de emergencia impidieron que las organizaciones, su líderes y colaboradores no lograran prepararse ante este nuevo escenario, situación donde prima la volatilidad, incertidumbre, ambientes complejos y la ambigüedad, generando un impacto en los modelos tradicionales de trabajo, Ante esto, hoy es necesario hacernos algunas preguntas:

1. ¿Entendemos y dimensionamos el impacto colectivo en la salud mental que posee esta situación de emergencia en la vida de todas las personas?
2. ¿Dimensionamos realmente los temores naturales y pensamientos que se construyen, al cuestionarnos la supervivencia personal, familiar y económica?
3. ¿Entendemos el significado que posee para cada persona el distanciamiento social, los cambios repentinos y sus efectos en la vida cotidiana?
4. En tiempos donde los planes cambiaron de un momento a otro: ¿tenemos claro el impacto que poseen estas circunstancias forzadas en espacios laborales, productividad de las empresas y las dinámicas personales y familiares?
5. ¿Comprendemos que la infraestructura de tecnología informática y comunicaciones en Colombia han tenido que evolucionar porque no estaba preparada para este nuevo reto? ¿Estos cambios han requerido que todos nos adaptemos a nuevas formas de trabajo desde un marco proactivo, flexible y dinámico, sin qué genere más estrés?
6. ¿Reconocemos que el liderazgo debe cambiar desde un nuevo marco de dirección de equipos, donde se logre una combinación entre lo remoto y presencial?
7. ¿Estamos seguros, que todos los empleados desean volver a la presencialidad?
8. ¿Debemos mantener la creencia que el trabajo es una actividad y no es una ubicación física?
9. ¿Comprendemos que los modelos de formación deben cambiar?

La realidad, es que son estas y muchas más las preguntas que surgen en el ambiente empresarial alrededor del mundo. Por lo tanto…

Es momento de flexibilizar nuestras estructuras de trabajo, integrando colaborativamente la forma presencial y remota, en búsqueda de una adecuada productividad y apoyo en el proceso de adaptación al cambio dentro de la organización.

Es momento de crear o aplicar políticas, establecer canales y liderazgos que comuniquen de manera rápida, oficial, oportuna y asertiva sobre cambios y decisiones a todos los empleados. Fortaleciendo la confianza y seguridad frente a esta transición.

Es momento de promover comunicaciones claras, verbales y escritas al interior de los equipos, mejorando las relaciones, orientadas al enfoque de un fin común.

Es momento de ser líderes transformacionales, sosteniendo conversaciones sinceras, humanas, permanentes y constantes para comprender la realidad de cada colaborador, sus necesidades, talentos, oportunidades de fortalecimiento y lograr el máximo de su potencial.

Es momento de apoyar la gestión de nuestros colaboradores en procura de cumplir objetivos y metas, en busca de mejores aprendizajes, potenciar la creatividad para la resolución de problemas y desarrollar su talento.

Es momento de generar acuerdos en los tiempos de labor. Establecer horarios alineados que eviten sobrecargas, tiempos de labor extendidos que dificulten las pausas para almorzar, descansar y cierres de fin de jornada o, por el contrario, se pueden generen tiempos de tareas reducidos. Por ejemplo, donde el empleado puede encontrarse ante la monotonía o una situación de baja distribución del tiempo, poco a poco ocupará el tiempo laboral en otras actividades y podrá desmotivarse frente a su labor. Dicha situación, genera impacto en la productividad de la empresa.

Desde casa, es importante comprender que tanto los espacios, como herramientas tecnológicas son compartidas y requieren una logística clara. Ante esto, cuando se establece trabajo remoto, es necesario indagar y comprender las condiciones ambientales del espacio donde el colaborador realizará la actividad laboral. Identificando aspectos tales como un adecuado nivel de iluminación, posibilidades de aislarse de otros cohabitantes mientras está en su labor, el nivel de ruido o actividades que puedan distraer su atención y orientación frente a las condiciones mínimas de orden, aseo y ergonomía. Entonces, se reconoce que al estar en casa cumpliendo con el distanciamiento social, se incrementan las tareas del hogar, indicando que se requiera un apoyo de todos, entre otros temas.

Es momento de reevaluar positivamente la situación y aprender de ella.

Es momento de potenciar nuestra creatividad para ser parte de la solución y no convertirnos en una parte más del problema.

Es momento de cambiar.

El pasado… es pasado y es historia

El futuro …. Lo construiremos y aún no existe

El presente es un regalo…. Por eso se llama PRESENTE.

Hoy, nuestros retos son aprender, transformar y crecer, seguros que con unión y la mejor actitud lograremos un beneficio y construiremos un mejor futuro.

Bibliografía

Este artículo lo puedes encontrar en  la plataforma de M&S SOLUCIONES

Cómo citar este artículo:

García, M. (2022). La nueva realidad nos invita a ver nuevas posibilidades. SerCaNa. https://psicologiasercana.com/blog/